Historia de la Pediatría
La atención pediátrica siempre ha estado ligada al cuidado de las
maternas durante el parto; de allí han surgido temas como la atención
materno-infantil, la unidad feto-placentaria, el cuidado de la madre y el niño
y el mismo concepto de perinatología. Así pues, si bien la obstetricia –en
muchas partes practicada con éxito por comadronas y por médicos generales-, se
viene ligando desde el siglo XX a la ginecología (una especialidad hoy conocida
como Gineco-Obstetricia), en realidad está intrínsecamente ligada a la
supervivencia y bienestar del producto de la concepción, es decir del niño, que
es el objeto del cuidado pediátrico.
La primera referencia a la pediatría no está en el Génesis en la
historia de Caín y Abel, aunque la anestesia y analgesia obstétricas si sean un
caritativo alivio del “parirás con dolor”. El libro de Pediatría más antiguo
que existe es uno de los llamados “Papiros de Berlín”, un breve e interesante
documento escrito en el año 1450 antes de Cristo, que tiene una serie de
conjuros y prescripciones para proteger a madres e hijos, y para tratar las
enfermedades de la infancia, un campo tradicional de la medicina general.
Nuevamente en Londres, siglo XIX, el tocólogo Charles West escribe sus
“Conferencias sobre el cuidado de los niños” y en 1852 se fundó el “Hospital
para niños enfermos de la Calle Gran Ormond”, gracias a su trabajo. En esta
institución trabajó ya en el siglo XX Jorge Still quien escribió una historia
de la pediatría, John Thompson en Edimburgo y Eduardo Henoch en Berlín, investigaron
en las enfermedades infantiles y en la nutrición de los niños.
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